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La
retroalimentación es una fase clave, en cuanto a que cierra el
ciclo del procedimiento de la implantación de las Agendas
Local 21, pero no con un carácter terminal del
proceso (las Agendas 21 Local
no se implantan y mueren al final del proceso), sino todo lo
contrario, dado el sentido de continuidad (debe servir como una
herramienta de trabajo en la gestión del municipio). Es decir,
esta fase pretende volver a iniciar el proceso de la Agenda
21 Local con el enriquecimiento y la alimentación de
los resultados, experiencias, éxitos y fracasos, objetivos
cumplidos y no cumplidos, incorporación de nuevas
circunstancias, políticas, sectores sociales, etc., que ayuden
a madurar y desarrollar un instrumento como es la Agenda
21 Local.
El
hecho de tomar conciencia real de esta fase, normalmente desdeñada,
y dedicarla el espacio y tiempo que se merece, es garantía del
compromiso que adquiere el municipio con su gestión, y de la
continuidad y éxito de la Agenda 21
Local del municipio.
ASPECTOS
A TENER EN CUENTA EN ESTA FASE
Debe
constar como una fase propia dentro de la programación de
actividades, con un período establecido, y un/os responsable/s
asignados.
Aunque
el proceso de retroalimentación es más evidente e importante
al final de todo el procedimiento de implantación de una Agenda
21 Local, como en este documento se expone, se debe
realizar en todos los niveles y por todos los responsables.
Cuanto
mayor sea la comunicación y relación entre los actores y
sobretodo responsables, de las diferentes fases, mejor funcionará
y mejor se ajustará el proceso de las Agendas
21 Local, a las perturbaciones o incidencias que se
produzcan.
Esta
fase, no sólo alimenta a unas partes concretas del proceso,
sino a todos los niveles, aunque a la larga, la experiencia
demuestra que frecuentemente son unas concretas las más
susceptibles de recibir esta alimentación que otras. A pesar de
ello, no se debe desechar ninguna posibilidad, por lo menos de
entrada.
Por
último y a modo de conclusión el proceso de retroalimentación
tiene como finalidad importante, dar el carácter
de continuidad que se le debe aplicar a las Agendas
Local 21. Como cualquier otra herramienta, la Agenda
21 Local, debe irse modelando y perfeccionándose con
el uso y la experiencia, ante la imposibilidad de implantar una Agenda
21 Local perfectamente adecuada para el municipio,
desde el inicio.
Por
tanto la retroalimentación se puede realizar a distintos
niveles:
Fase Previa de Compromiso:
La implantación de una Agenda 21 Local, sobre todo en sus
primeros años de vida, suele llevar a cambiar, modificar y
matizar algunos principios, objetivos generales, que se
introdujeron inicialmente, así como a introducir nuevos
aspectos que quedaron al margen en su comienzo. A medida que se
desarrolla un Agenda 21, los
principios suelen concretarse cada vez más y se suelen ir
incluyendo nuevos aspectos que el contexto ambiental, sociopolítico
y cultural lo va exigiendo en cada momento.
Fase
Diagnóstico Integral: todo el proceso de implantación
de una Agenda 21 Local,
suele evidenciar, sobre todo a la hora de llevar a cabo las
actuaciones, deficiencias en el estudio de muchos aspectos del
medio, que no fueron consideradas suficientemente, y que se
demuestran necesarias a la hora de programar y llevar a cabo
actuaciones concretas.
Fase
Determinación de Objetivos: esta fase, es una de las
fases que más van a ir cambiando, sobretodo si la Agenda 21
Local se está implantando con éxito. La definición y
priorización de objetivos, así como la identificación y
determinación de las posibles estrategias para llevarlas a
cabo, debe ir perfeccionándose, concretándose, además de la
introducción de nuevos objetivos, retos y estrategias que
demuestran la confianza del municipio en la Agenda
21 Local, como instrumento de gestión autónomo.
Fase
de Acción Local: esta fase es sin duda la fase que más
cambios y aportaciones va a recibir del proceso de
retroalimentación, debido por un lado a las modificaciones que
vayan surgiendo de la alimentación de fases precedentes, así
como de los aspectos propios de la fase de acción local, en
cuanto a su programación, la participación, la asignación de
tareas, el nombramiento de responsables, el establecimientos de
plazos y objetivos cuantificados, etc. Todos estos aspectos
deberían ir tendiendo hacia la concreción, la optimización y
el ajuste de los objetivos a las posibilidades reales del
municipio (al principio se suele ser muy optimista), sin perder
la ambición y ganas de lograr objetivos importantes.
Fase
de Seguimiento y Evaluación: a medida que se
adquiere experiencia en el proceso de Agenda
21 Local se mejora en la implantación de las
acciones contenidas en el plan de acción local y también se va
ajustando mucho más todo el sistema de indicadores que
constituye el plan de seguimiento.
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