Consta
de una recopilación de los indicadores que se conocen
y se utilizan con más frecuencia para expresar numéricamente
la sequedad y/o la sequía. Es conveniente puntualizar
que, en la mayoría de los casos, no se utiliza un solo
indicador, sino varios a la vez, para conseguir una mejor
caracterización de la sequía o sequedad en una
zona determinada.
Existen
varios indicadores que miden la desviación de las lluvias
caídas en un período dado de tiempo, en relación
con las pluviometrías medias históricas normales.
Aunque ninguno de los indicadores principales es, en todas
las circunstancias, intrínsecamente superior a los
demás, sí es cierto que, para algunos casos,
son mejores unos indicadores que otros
Por
ejemplo, El Indicador de Intensidad de la Sequía de
Palmer se ha utilizado mucho en el Departamento de Agricultura
de los Estados Unidos para determinar cuándo se debe
conceder ayudas de socorro para la sequía; pero el
Indicador Palmer se adapta mejor a zonas muy extensas, con
topografía uniforme.
Los
estados del oeste de los Estados Unidos, que tienen un terreno
montañoso y, por ello, unos microclimas regionales
muy complejos, prefieren complementar el Indicador de Palmer
con otros indicadores, como es el Indicador de Suministro
de Aguas Superficiales, que tiene en cuenta la masa de nieve
y otras condiciones únicas.
El
Centro Nacional para la Mitigación de la Sequía
de los EE.UU. utiliza un indicador recientemente desarrollado,
el Indicador de Precipitación Normalizada, para hacer
un seguimiento de las condiciones de humedad. Los rasgos distintivos
de este indicador son que reconoce las sequías en fase
de preparación, meses antes que el Indicador Palmer,
y que se calcula en varias escalas de tiempo.
La
presente lista dista mucho de ser completa, y puede ser ampliada
sobre la base de nueva información y de los resultados
de los trabajos de investigación y desarrollo, en curso,
en diferentes países.
Indicador
de la Intensidad de la Sequía de Palmer (PDSI)
Es
un algoritmo de la humedad del suelo, calibrado para regiones
relativamente homogéneas. Se trata de un indicador
meteorológico, y responde a condiciones climáticas
que han sido anormalmente secas o anormalmente húmedas.
Fue creado por Palmer (1965), para medir la pérdida
de humedad, basándose en el concepto de oferta y demanda
de la ecuación del balance hídrico, teniendo
en cuenta algo más que la sola escasez de precipitaciones
en lugares determinados.
El
objetivo de este indicador era ofrecer medidas normalizadas
de las condiciones de humedad, para poder establecer comparaciones
entre distintos lugares y entre meses diferentes. Cuando las
condiciones cambian de secas a normales, o a húmedas,
termina el periodo medido por el PDSI, sin tener en cuenta
el caudal de los ríos, ni los niveles de los lagos
y embalses, ni otros impactos hidrológicos a largo
plazo.
El
indicador se calcula en base a datos termopluviométricos,
y de Contenido de Agua Disponible (CAD) del suelo. A partir
de las entradas se pueden calcular todos los términos
básicas de la ecuación del balance de agua,
incluyendo la evapotranspiración, la recarga del suelo,
la escorrentía y la pérdida de humedad del horizonte
superficial. Los efectos humanos sobre el balance de agua,
como es el regadío, no se tienen en cuenta. Una descripción
completa de la ecuación de este índice se puede
encontrar en la publicación original del autor (Palmer,
1965).
Los
valores del Indicador de Palmer oscilan entre -6.0 y +6.0.
Por lo general se calcula mensualmente, pero también
se calculan valores semanales, durante cada temporada vegetativa,
para las diferentes zonas climáticas de los EE.UU.
y dichos valores se publican en el Boletín Semanal
del Clima y los Cultivos (Weekly Weather and Crop Bulletin).
Los valores del PDSI durante periodos secos y húmedos
se ordenan como sigue:
4,00
ó más humedad extrema
3,00 a 3,99 muy húmedo
2,00 a 2,99 humedad moderada
1,00 a 1,99 ligeramente húmedo
0,50 a 0,.99 humedad incipiente
0,49 a - 0,49 casi normal
-0,50 a -0,99 sequía incipiente
-1,00 a -1,99 sequía ligera
-2,00 a -2,99 sequía moderada
-3,00 a -3,99 sequía intensa
-4,00 ó menos sequía extrema
El
indicador de Palmer es famoso porque (1) ofrece a los responsables
de la toma de decisiones una medida de las anormalidades meteorológicas
recientes, para una región determinada, (2) ofrece
una oportunidad para situar las condiciones actuales en la
perspectiva histórica, y (3) proporciona representaciones
en el espacio y en el tiempo de las sequías históricas.
Sin embargo, a la hora de utilizar este indicador, existen
limitaciones y desventajas considerables pues, por ejemplo,
puede tardar varios meses en pronosticar las previsiones de
sequías, no es muy adecuado para zonas montañosas
o con frecuentes cambio climáticos extremos, es complejo
y por lo tanto tiene una escala de tiempos integrada y sin
especificar, que puede inducir a error. Alley, 1984 y otros,
ofrecen una evaluación más detallada de este
indicador.
Indicador
de la Humedad del Cultivo (CMI)
El
indicador CMI utiliza un planteamiento meteorológico
para hacer un seguimiento semanal de las condiciones de los
cultivos. Fue desarrollado por Palmer, en 1968, a partir del
método de cálculo del PDSI. Mientras el PDSI
hace un seguimiento meteorológico de los períodos
húmedos y secos a largo plazo, el CMI fue diseñado
para evaluar las condiciones de humedad a corto plazo en las
principales regiones dedicadas a la producción agrícola.
Se
basa en los datos medios semanales de temperatura y pluviometría
total, dentro de una zona climática (en los EE.UU.),
así como en el valor del CMI de la semana anterior.
Responde con rapidez a los cambios de condiciones, se mide
por lugares y por tiempos para que los mapas que representan
los valores semanales del CMI puedan ser utilizados para comparar
las condiciones de humedad entre diferentes localidades.
Por
estar diseñado para hacer un seguimiento a corto plazo
de las condiciones de humedad que afectan a un cultivo en
desarrollo, el CMI no es un buen instrumento para hacer un
seguimiento de la sequía a largo plazo.
Otro
rasgo característico del CMI, que limita su uso, es
que, normalmente, comienza y finaliza cada temporada vegetativa
con valores próximos a cero, por lo que no se puede
utilizar para valorar las condiciones de humedad fuera de
la época vegetativa general, y, en especial, en períodos
de sequía que se prolongan durante varios años.
El CMI tampoco es de aplicación durante la fase de
germinación de las semillas, al comienzo del período
de crecimiento de un cultivo concreto.
Indicador
del Suministro de Aguas Superficiales (SWSI)
Este
indicador fue desarrollado por Shafer y Dezman, en 1982, como
un complemento del Indicador de Palmer, con el fin de evaluar
las condiciones de humedad en el estado de Colorado. Fue diseñado
para ser un indicador de las condiciones del agua superficial
y se le describió como "dependiente del agua de
montaña", en el que la masa de nieve de las montañas
es un componente principal.
El
SWSI requiere cuatro datos principalmente: la masa de nieve,
el caudal de los ríos, la precipitación y el
agua almacenada en los embalses. Debido a que depende de la
temporada, el SWSI se computa durante el invierno sólo
con la masa de nieve, las precipitaciones y las reservas de
agua acumuladas. Durante los meses de verano, el caudal sustituye
a la masa de nieve, como componente dentro de la ecuación
del SWSI.
El
procedimiento para determinar el SWSI de una cuenca en particular
es el siguiente: se recogen y suman los datos mensuales de
todas las estaciones pluviométricas, embalses y estaciones
de aforo y de medida de la nieve de la cuenca.
Cada
dato de la suma se normaliza utilizando un análisis
de frecuencia recopilado de una serie de datos a largo plazo,
y, en base a este análisis de frecuencias, se calcula
para cada dato la probabilidad de que las sumas sucesivas
del mismo no sean mayores que la suma actual, lo cual permite
realizar comparaciones entre las probabilidades de unos y
otros sumandos. Cada componente de la suma tiene un peso asignado,
dependiendo de su forma de contribuir al agua superficial,
dentro de esa cuenca, y estos elementos ponderados son sumados
para determinar un valor de SWSI que represente a la cuenca
entera. El valor de SWSI tiene su punto medio en el cero y
oscila entre -4,2 y +4,2.
El
SWSI se ha utilizado, junto con el Indicador de Palmer, para
poner en marcha la activación y desactivación
del Plan de Sequías en Colorado. Una de sus ventajas
es que es sencillo de calcular y que ofrece una medida representativa
de los recursos de aguas superficiales del estado.
Sin
embargo, algunas de sus características limitan su
aplicación, por el hecho de que el SWSI se calcula
específicamente para cada cuenca o región y,
por ello, es difícil comparar los valores del mismo
entre unas y otras. Cualquier cambio o interrupción
en las mediciones tomadas por cualquier estación de
observación, o en la gestión del agua dentro
de la cuenca, como puede ser la desviación del cauce
o el establecimiento de nuevos embalses, significa que todo
el cálculo del SWSI para esa cuenca tiene que ser realizado
de nuevo, al objeto de tener en cuenta las nuevas distribuciones
de frecuencia y/o los cambios en el peso de cada elemento
de las sumas.
Los
fenómenos extremos, si están fuera de las series
históricas de datos, también suponen un problema,
y el indicador tendrá que ser calculado de nuevo para
incluir estos fenómenos dentro de la distribución
de frecuencias de un elemento de la cuenca.
Indicador
Normalizado de Precipitaciones (SPI)
Es
un indicador basado en la probabilidad de lluvias, en cualquier
período de tiempo. Fue desarrollado, en 1993, por McKee
et al., para cuantificar el déficit de precipitaciones
durante múltiples periodos de tiempo. Estos periodos
reflejan el impacto de la sequía sobre la disponibilidad
de los diferentes recursos hídricos. Las condiciones
de humedad del suelo responden a las anomalías pluviométricas
en un intervalo de tiempo relativamente corto, mientras que
el agua subterránea, el caudal de los cursos superficiales
y el agua embalsada reflejan tales anomalías a largo
plazo, razón por la cual, originalmente, el SPI se
calculaba para periodos de tiempo de 3, 6, 12, 24 y 48 meses.
El
cálculo del SPI para cualquier lugar se basa en los
registros de precipitaciones a largo plazo durante el periodo
deseado. Este registro de datos a largo plazo se ajusta a
una distribución de probabilidad que entonces se transforma
en una distribución normal, de manera que el SPI medio,
para el lugar y período deseado, sea cero. Los valores
positivos o negativos del SPI indican que las precipitaciones
son, respectivamente, mayores o menores que la media. Dado
que el SPI está normalizado, los climas más
húmedos y más secos se pueden representar de
la misma forma y, con el uso de este indicador, también
se puede hacer el seguimiento de los periodos húmedos.
Los valores del SPI se clasifican como sigue:
Valores
del SPI Interpretación
2,0 o superior humedad extrema
1,5 a 1,99 muy húmedo
1,0 a 1,49 humedad moderada
-0,99 a 0,99 casi normal
-1,0 a -1,49 moderadamente seco
-1,5 a -1,99 muy seco
-2,0 o por debajo sequedad extrema
Una
sequía se produce siempre que el SPI sea permanentemente
negativo y alcance una intensidad de -1,0, o menor; el fenómeno
finaliza cuando el SPI se hace positivo. Cada fenómeno
de sequía, por lo tanto, tiene una duración
definida por su comienzo y su final, y una intensidad diferente
para cada mes que dure el fenómeno. La magnitud de
la sequía puede también ser la magnitud acumulada
de la sequía, es decir, la suma de todos los valores
positivos del SPI durante los meses que ésta dura.
Las
ventajas de este indicador son: que el SPI se puede calcular
para diferentes periodos de tiempo, que da una señal
de alerta temprana de la sequía, que ayuda a valorar
la intensidad de la misma y que es menos complejo que el Indicador
de Palmer. La desventaja es que los valores del SPI se basan
en unos datos previos, que pueden cambiar.
Indicador
USBR de la Sequía (RDI)
Este
indicador ha sido desarrollado recientemente por el Bureau
of Reclamation norteamericano (USBR), como un instrumento
para definir la intensidad y duración de las sequías,
y para predecir su comienzo y su final.
Al
igual que el SWSI, el RDI se calcula en el ámbito de
una cuenca fluvial, e incorpora los grados de suministro de
los componentes de las precipitaciones, la masa de nieve,
el caudal de los ríos y el agua almacenada en los embalses.
El
RDI se diferencia del SWSI en que incorpora un componente
de demanda, basado en la temperatura y en una duración.
Este indicador se puede adaptar a cualquier región
concreta, y su mayor ventaja es su capacidad para tener en
cuenta, tanto el factor clima, como el factor agua.
Los
valores del RDI y sus calificaciones de severidad son los
siguientes:
Sequía
Calificación Humedad
De 0 a -1,5 normal a suave de 0 a 1,5
-1,5 a -4,0 moderada de 1,5 a 4,0
< -4 extrema >4,0
La
ventaja del RDI es que, incluyendo un componente de temperatura,
también tiene en cuenta la evaporación. Sin
embargo, debido a que este indicador es único para
cada cuenca, las comparaciones entre cuencas son limitadas.
Indicador
de Aridez de Palfai (PAI)
Este
indicador lo desarrolló Palfai, en 1984, principalmente
para su uso en Hungría, y en la cuenca Cárpata,
para caracterizar la intensidad de una situación de
aridez (sequedad), mediante un solo dígito, derivado
de unos pocos parámetros meteorológicos e hidrológicos.
En la fórmula básica para el cálculo
del indicador de aridez (PAI0), la temperatura media del aire
(ºC), en el período entre abril y agosto, se divide
entre la precipitación total (mm), obtenida como suma
de los valores mensuales ponderados entre octubre y agosto,
y se multiplica por 100. Los pesos mensuales de los valores
de precipitación se basan en las condiciones de almacenamiento
de humedad y en los cambios de la demanda general de agua
por los cultivos. Las estimaciones de los factores de peso
son las siguientes (con relación a las condiciones
naturales de la cuenca del Cárpatos):
0,1 en octubre
0,4 en noviembre
0,5 de diciembre a abril
0,8 en mayo
1,2 en junio
1,6 en julio
0,9 en agosto
Es
evidente que el mes de julio es el periodo más crítico,
desde el punto de vista de suministro de agua.
Para
expresar la aridez con mayor exactitud se debe corregir el
valor base del PAI0 mediante los siguientes factores:
V
factor de corrección de la temperatura (días
calurosos) (Kt), es la relación entre el número
de días calurosos (t max = 30ºC) durante el periodo
de junio a agosto, y la media nacional multianual de este
valor que, para Hungría, es de 16 días.
V
factor de corrección de la precipitación (Kp),
es la relación entre el número de días
del periodo más largo de pluviometría mínima
(cuando la suma de las precipitaciones en días sucesivos
no excede, como máximo, de 5 ó 6 mm), entre
mediados de junio y mediados de agosto, y la media nacional
multianual del mismo valor que, para Hungría, son 20
días.
V
factor de corrección de aguas subterráneas (Kgw),
es la relación entre la profundidad media (m) del manto
freático durante los meses de noviembre a agosto (m),
y el valor plurianual de esta profundidad, en una zona concreta.
El empleo de este factor de corrección es importante
para zonas llanas. En la práctica, lo mejor es utilizar
los datos de los 2 ó 3 pozos de observación
más próximos a la estación meteorológica
o al punto de observación de otros datos.
El
valor final del Indicador de Aridez Palfai (PAI) se obtiene
a partir del valor base (PAIo), corregido como sigue:
PAI = Kt x Kp x Kgw x PAI0
en
donde los factores de corrección son los descritos
más arriba. Una descripción más detallada
de este indicador se puede encontrar en la publicación
de Palfai et al., 1995.
Según
experiencias realizadas en Hungría, el umbral de partida
del Indicador de Aridez Palfai debería ser PAI = 6.0.
Los valores menores, para un lugar concreto, corresponden
a años húmedos, mientras que los superiores
indicarían diferentes grados de severidad de la sequedad,
según las siguientes categorías:
PAI,
entre: Sequedad
6 y 8 moderada
8 y 10 media
10 y 12 severa
mayor que 12 extrema
El
indicador se puede utilizar para hacer comparaciones entre
situaciones húmedas y/o secas de diferentes periodos
así como de diferentes áreas, y también
es válido para fines de predicción, siempre
y cuando el cálculo de los valores del PAI se hagan
de manera continuada. Para una mejor caracterización
de la situación de la sequía de una determinada
zona agrícola o de una masa de cultivo, es aconsejable
utilizar este indicador junto con el Potencial Agro-hidrológico,
que se describe a continuación.
Potencial
Agro-Hidrológico (AHP)
Este
indicador marca la demanda de agua como la capacidad de una
zona determinada de satisfacer las necesidades de un cultivo
concreto, que exista en ella, mediante el cociente entre el
agua consumida (Vf) y la requerida (Vi).
En
otras palabras, el Potencial Agro-Hidrológico es la
relación entre la evapotranspiración real de
un cultivo (Etreal), y la evapotranspiración óptima
del mismo (Etoptima). Según Petrasovits, 1984, este
indicador puede mostrar, hasta qué punto y durante
cuánto tiempo, es un terreno capaz de satisfacer la
demanda de agua del cultivo que lo ocupa; este indicador también
es útil para expresar la frecuencia de las sequías
y de los diferentes grados de escasez de agua. Explicaciones
más detalladas sobre este indicador se pueden encontrar
en la publicación de Palfai et al., 1995.
Los
valores numéricos del AHP están comprendidos
entre 0 y 1. De acuerdo con las investigaciones húngaras
tales valores son:
si
AHP = 1,0 - 0,8 la escasez de agua del cultivo es sólo
teórica, porque a las plantas se les suministra agua
de forma continua e ilimitada.
si
AHP = 0,8 - 0,5 la capacidad para satisfacer la demanda de
agua de la zona sigue siendo continua, pero se va restringiendo
progresivamente.
si
AHP = 0,5 - 0,3 la escasez de agua empieza a ser alta, el
suministro de agua a las plantas es periódico y restrictivo,
y, como consecuencia, aparecen síntomas de estrés
hídrico.
si
AHP = menor que 0,3 se produce un gran estrés hídrico,
que causa considerables pérdidas de biomasa y, si esta
situación se prolonga, también causa la muerte
de la planta.
Para
expresar la severidad (o intensidad) de la sequía pareció
bueno determinar el número de días con estrés
hídrico, es decir, el número de días
en los que los valores del AHP estaban por debajo de 0,5 (lo
que significa que las plantas disponían de menos de
la mitad del agua que necesitaban).
El
término "estrés hídrico" indica
la tensión fisiológica que se produce en la
planta como consecuencia de una falta - o exceso - de agua,
que causa en ella daños vegetativos o degenerativos,
y reduce su cosecha. Cuantos más días dure la
situación de estrés hídrico más
severa será la sequía para las masas de cultivo,
o para toda una zona.
Con
la ayuda de este método se puede hacer el diagnóstico
de la sequía de una parcela agrícola dada, o
de una zona, y, mediante el cálculo de los datos de
frecuencia, se puede calcular el grado de sensibilidad frente
a la sequía de toda clase de plantas o de parcelas
cultivadas, lo cual puede servir de base para determinar una
estrategia ante la sequía.
Para
cada parcela (área), o para cada cultivo, se puede
calcular a relación que existe entre los valores del
AHP y los rendimientos potenciales de una determinada especie
vegetal, y mediante estos resultados se puede expresar la
intensidad del efecto de la sequía.
Referencias
Alley,
W.M. (1984): The Palmer Drought Severity Index: limitations
and assumptions - Journal of Climate and Applied Meteorology,
23:1100-1109.
McKee,
T.B. - N.J. Doesken - J. Kleist (1995): Drought monitoring
with multiple time scales - Preprints of the 9th Conference
on Applied Climatology, 117-22 January, Anaheim, California,
pp. 179-184.
Palfai,
I. (1984): Az aszáyossági index (The Aridity
Index) - MHT V. Orszagos Vandorgyüles, Szarvas, Hungría.
Pálfai,
I. - I. Petrasovits - L. Vermes (1995): Some methodological
questions of the European drought sensitivity map - Actas
del Taller Internacional de la ICID sobre la Sequía
en la Región de los Cárpatos, 3-5 Mayo, Budapest
- Alsógöd, Hungría pp. 131-142.
Palmer,
W.C. (1965): Meteorological drought. Documento de Investigación
Nº 45, Oficina Meteorológica del Departamento
de Comercio, Washington, D.C.
Palmer,
W.C. (1965): Keeping track of crop moisture conditions, nationwide:
the new Crop Moisture Index - Weatherwise, 21:156-161.
Petrasovits,
I. (1984): Agrohidropotenciál (Agrohydropotencial)
- Tudomány és Mezögazdaság, 1.
Shafer,
B.A. - L.E. Dezman (1982): Development of a Surface Water
Supply Index (SWSI) to assess the severity of drought conditions
in snowpack runoff areas - Actas de la Conferencia sobre la
Nieve en el Oeste, pp. 164-175.
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